7/5/08

VUELO

Otra vez mi lapicera
en tu bolsillo.
Tu lapicera.
Mi vida en tu bolsillo
pendiendo de una tela
o una piel que me come
entera contra la mesa.
La cocina tan habitada
de nuestras voces,
tan viva, otro ser nuevo
de selvas y rumores de alacenas
que abren sus delicias
en nuestras lenguas.
Los párpados
entretejen los hilos de las caras
y sucede el salto
las nubes de la cabeza
lloviendo mares sobre los cuerpos
mares vivientes en los vasos
que bebemos
y tan mares de los dos,
surgentes de tus manos
tan tus manos que enlazan
el dolor de mis huellas.
La ausencia lame las paredes
y nos llega hasta las piernas.
Caemos de rodillas
para pedir perdón
a nuestras almas
y fundirnos en cadenas de luz.
Remontamos la flecha
que lanzaste al atardecer.
Cuelgo de tu flecha.
Tensamos el arco
hasta expandir el cielo,
la boca extrema del cielo
que nos recibe en ruedas de éter.
Cuelgo de tu pecho abierto
y rompo el corazón
hincando la luz.