19/4/10

EN SALA DE CIRUGIA

Entre dos mundos
entre dos piernas
y las jeringas y la anestesia
que me extienden sus alas químicas.

Entre dos fuentes que no manan
y las flores caen en primavera.
El clima es tórrido
y otro verano se incendia sobre el cuerpo.

¿Hay que hacer una torre infinita
hasta Tu boca para saciarla?
¿Hay que llorar un mar Atlántico para llenar
Tu corazón impenetrable?
¿Hay que reir la alegría del sol
para agradecerTe y seguir esperando?
¿Hasta dónde me requerís, Señor,
hasta dónde Tus ojos pueden traspasarme
y Tu paladar saborearme
y ser Tu herramienta
Tu experimento
sin que me quiebre el alma?

Estoy atada
en Tu sala de cirugía
inerme
a corazón abierto.
Tu bisturí no termina
de cortar
y no cerrás la herida.
Tengo el corazón abierto
como una llanura que muere de sed,
como una fiera en la estepa que busca su presa
en el invierno feroz.

ALTERACIONES

La mañana trae de la noche
su luna de visiones cíclicas
alterando la sangre de mis huesos.

Vuelco los ojos en el poder
y erijo la solidez de un templo.
La mano se eleva interrogando al sol.

Sobre la cama descansa un cuerpo feroz
de noches acumuladas en la espalda
y desiertos en la garganta ávida
Tal vez es mío. Lo acaricio
largamente, casi melancólica
y me alejo,
animal que será presa.
El tiempo me lleva para alterar su voz,
tomo su mano mítica y lo celebro
riéndome con la risa sabia de la noche.

EL SITIO QUE ALGUIEN ARROJÓ PARA MÍ

Soy otra y la misma.
Caminar este nudo
aprisiona la mente.
El cielo sobre mis ojos
a nadie pertenece.
A nada pertenezco.

Es el mundo de la no comunión con el mundo
el sitio que alguien arrojó para mí;
el vacío.

Allí vivo todos los días de la vida.
A veces floto y me hamaco
en las llamas del aire;
es como la risa después del orgasmo
como el sol del mediodía en un cielo de invierno.

Otras, me sumerjo en el mar del vacío
con caras insomnes que me observan
condenan y aplauden mis frases
o me quieren devorar el alma
me sueltan en una pared y me gritan
hasta no saber para qué nací.

¿Qué origen debo buscar?
¿Qué escrito debo escribir?

Paz. Paz para el alma. Paz.

P

A

Z

y

volver
al yugo de la existencia,
a la semilla de la mente
y a la boca que ignora o calla
o repite palabras.
Palabras y más palabras
que sólo traen consigo palabras.
Un fuego sin luz quema las entrañas.
El verso es un látigo de letras inútiles.
El verso es un látigo que muerde mi llanura
y me atisba, me huele y a veces destroza
el puñado de huesos que me unen.

Escribir el sitio de las muertes es mi tarea
dar a luz a la poeta de la vida,
la que a nadie pertenece
y flota entre los mundos
sin dominio de tierra.
Con nadie vive.

Aquella que come y duerme,
trabaja porque sí y visita parientes,
desde el ataúd saluda a todos.

CAMPO DEVASTADO

Soy un campo devastado
en Tu guerra que no entiendo
y que nunca termina
un ciclo inacabable
que se come a sí mismo.

El mundo exhibe sus pies marmóreos
y la poesía tiene el vil intento
de ser algo en este polvo,
un martillo que mate la idiotez
y desnude esta carcaza-gente
que muere sin vivir
y vive sin morir.

Estoy sin plenitud
sin árbol
en una lluvia terminal
para que alguien agite mi cara
y me grite
que el milagro ocurre hoy.

VESTIME

Vestime de tu belleza.
Hoy no sé qué es el mar
y su inmensidad sublime.
En el barro de mi cerebro
puedo hundir mis manos
y rescato un pedregullo
un canto rodado y a lo sumo
una bolsa de bolitas de vidrio
de colores infantiles
que pesan en su opacidad de tierra.
Hoy no sé de bosque
ni de río
ni de cielo azul o gris.
Sé de desierto más desierto
y nada ni nadie los gobierna.

LA NUEVA CASA

-Esta es la nueva casa, recibíla.

Y abrí los brazos
para inundarme de un nuevo cauce,
profundo y limpio como las alas de un pájaro.

-El viento ya no corre;
ahora una brisa fresca alimentará la mañana
para elevar tu voz hasta el cielo.

Y al amanecer sonreí a las nubes
que pasaban raudas frente a la ventana.

-No volverás a oir la voz del tiempo o el espacio,
no volverás a sentir los pasos en el corredor de tu pasado.
Sólo tendrás el presente y Mi latido en tus actos.


La noche es clara y suave en su don
y la cama ofrece un reposo amigable.
Agradecer y ser uno con el cosmos
es parte del saludo que brindo a Mi Excelencia.

-El ser es uno, de absoluta belleza y armonía,
y nada lo detiene.
Esta es tu nueva casa, recibíte.