20/1/13

DESTINO DE MIS PIES


















Destino molar el de mis pies,
arraigan despacio y hondo

endurecidos y ondulantes

sobre tu cáliz,

entre huellas inocentes

de la tarde

cuando caen los símbolos.

Las nubes desplazan horizontes

y el fulgor de la piel

desliza el crepúsculo

hacia el mar.

  
Destino breve el de mis pies

sobre tus playas.

La ballena hambrienta

no sabe si reclama el alba.



            El árbol caído

            engendra nuevas raíces.



Destino errante el de mis pies

cuando llegan a tu costa.

Su vientre de pájaro dorado

sugiere la mañana del bosque.

Y aún no descansan

cuando tu boca toma

el sutil alimento

y los huesos celebran

otro despertar.



            El niño en la mañana

            crece con el viento.



En las nubes de la noche

sacrifico mis pies.

El don seguro de mi carne

sobre el mundo.


SAN SALVADOR DE BAHÍA

















El calor como estatua.
Anclas en las manos
empuñan estas calles
atan piernas de piedra.
Pesadas como fósiles
abismales, de canto hondo.
Llaman al pez azul
a lo más profundo
hacia hilos subterráneos.
Caras blancas sobre negras
la misma sangre.
El calor sostiene la ciudad
sus ventanas solas
acompasadas en su ritmo
de pimientas y orixás.
El agua pretende conquistar
ese humus atado con fuego
ese nudo de tortugas
que sumergen sus huevos
de arena blanca.
Caparazones tórridos
y huesos ondulantes
hacia un África roja.
Y el calor es alimento.
Una sola madre
sostiene tantas madres.