1/10/13

DESARMAR UNA CASA



Desarmar una casa
es como abrir un cuerpo

vivo y muerto a la vez

late y se desangra

en el bisturí

se regenera y muere

un cuerpo de muchas cabezas

un cuerpo de múltiples brazos y piernas

vértebras en largas columnas

médulas enlazadas

de luz azul

que engendra un  caos

y un nuevo orden

génesis y muerte

ilumina con sus voces

a veces rientes

a veces de piedra o plomo

es espiar en los resquicios

de vidas antiguas

que vuelven a ser

instantáneas fugaces

piel y uñas

dientes y pelos

bocas suaves o demoledoras

ojos y palabras hincadas

en las células.



Desarmar una historia

y armar otra

piezas de rompecabezas

que brillan al trasluz

o caen vacías

o rotas con estruendo

o con raíz viva

con pies de hombre joven

o de mujer pilar

puntos de luz y sombra

donde los huesos se anclan

en la carne

y quieren desaparecer.



Y los náufragos de esa casa

 siembran nuevas islas

con sus labios de sal

y sus marcas en la piel.

Y los que viajaron en luz incandescente

nacen y mueren de nuevo

y los que no pudieron

no volverán a ser

y los que amaron

se quedan en fusión

hacia nuevas manos y piernas

que enlazan nuevos cuerpos.



Desarmar una casa

es como abrir un cuerpo

vivo y muerto a la vez

es morir hacia el pasado

en un hoy fundacional

y donde estén nuestros muertos

espero que estén en paz.






15/7/13

SOY UN ANIMAL EN EXTINCIÓN

Soy un animal en extinción
puedo resguardarme
en la ladera del monte
entre las rocas
pero del tiempo no
ni de mí misma.
Intento verterme
a través de las hojas de los árboles
y en el sonido del mar
intento verter el fuego
en lava de volcán
y arrasar todo lo existente
para elevarme de las cenizas
hacia el cielo azul
y proyectarme en los ojos del mundo
aún no diviso esa luz
que de mí proviene
como un caos que renace
una y otra vez.

Soy un animal en extinción
que vaga en busca de la presa
en una estepa inacabable
el estómago ruge en la marcha
en la sangre sedienta
para saciar hasta la última vértebra
el hambre del ser
sin encontrar un hueco de tierra
para descansar.

Soy un animal en extinción
entre ráfagas
de viento feroz
que desnuda las caras
de miedo y locura
la tormenta se mueve hacia mí
busca exterminar esta piel fuerte
que se acabará en unos años
donde sólo quedará
algo de barro
entre las garras
algo de luz en los ojos
y un aroma entrañable en el hocico
de pasto mojado por la lluvia.

8/2/13

INDAGACIONES I


Qué muere en el signo del agua.
Qué nace entre las sombras.
Por qué nos desprendemos de la luz
                                                            hacia la luz.
Qué pasos ocultos damos en la noche.

Hoy es el día para guarecer los espacios
nítidos entre oscuridades
sin ojos incendiados en la muerte cotidiana.
Hoy es el día de pedir perdón a nuestras manos
que castigaron los huesos en su esencia.

¿Por qué se ocultan las frentes en los libros
o los eliminan en sus tapas que se cierran?
¿Quién dejó que las rosas trasnocharan
y despertaran sin rocío nuevo?

Pocos saben de los sudores.
Pocos presienten
el intrincado destino de los cuerpos
que se entrelazan y no vuelven a ser.

La noche no alcanza.
De mis costados se eleva la sangre
en viajes ignorados de luz.
Pierdo mi letra. Pierdo inexorable
mi signo en las estelas de la tierra.
Pierdo la agonía cuando sale el sol.
¿Qué susurra el alba?

De pie ante las leyes, pregunto
quién ha robado los surcos matinales
quién creó los rostros carentes
de sus últimos trazos.
             
            Las muertes aturden con venenos sutiles.
            Ingerimos a diario
            desechos cerebrales de hastío.

Quién ha decretado que las pieles
son químicas que no se alternan
humores que no se mezclan
y prohíben el caos o el amor.

Asidos en los umbrales del parto
ambiguos en nuestros esqueletos
y cuerpos de luz pétrea
arraigo visceral desde el ombligo:
¿dónde nacen las alas?

¿Qué muere en el signo del agua
llevando nuestros nidos
hacia qué mares?

25/1/13

EL CIPRES

La belleza del ciprés
su callada cadencia hacia el cielo
dice su idioma
en el correr de días y noches
se vuelve único en su ser
en verde-vida fluye
erguido y humilde
busca la luz.

20/1/13

DESTINO DE MIS PIES


















Destino molar el de mis pies,
arraigan despacio y hondo

endurecidos y ondulantes

sobre tu cáliz,

entre huellas inocentes

de la tarde

cuando caen los símbolos.

Las nubes desplazan horizontes

y el fulgor de la piel

desliza el crepúsculo

hacia el mar.

  
Destino breve el de mis pies

sobre tus playas.

La ballena hambrienta

no sabe si reclama el alba.



            El árbol caído

            engendra nuevas raíces.



Destino errante el de mis pies

cuando llegan a tu costa.

Su vientre de pájaro dorado

sugiere la mañana del bosque.

Y aún no descansan

cuando tu boca toma

el sutil alimento

y los huesos celebran

otro despertar.



            El niño en la mañana

            crece con el viento.



En las nubes de la noche

sacrifico mis pies.

El don seguro de mi carne

sobre el mundo.


SAN SALVADOR DE BAHÍA

















El calor como estatua.
Anclas en las manos
empuñan estas calles
atan piernas de piedra.
Pesadas como fósiles
abismales, de canto hondo.
Llaman al pez azul
a lo más profundo
hacia hilos subterráneos.
Caras blancas sobre negras
la misma sangre.
El calor sostiene la ciudad
sus ventanas solas
acompasadas en su ritmo
de pimientas y orixás.
El agua pretende conquistar
ese humus atado con fuego
ese nudo de tortugas
que sumergen sus huevos
de arena blanca.
Caparazones tórridos
y huesos ondulantes
hacia un África roja.
Y el calor es alimento.
Una sola madre
sostiene tantas madres.


13/1/13

LA PIEDRA AUTÉNTICA



              I

Hoy la lucha se invierte.
Todo gira en el epicentro.
El cráter da a luz
en la oscuridad.
Ya no hay flores
en la génesis de la palabra.
Ahora clavos herrumbrados
sostienen el encuentro.
El mapa que no existe.
El papel arrugado en la basura
emite ecos de vacío
una cara efervescente
ojos que marchitan sus pupilas
centros de luz alunada
entre despojos y vísceras.
El fusil anuncia la mentira.
Dispara al ídolo de hierro.
Su muerte
            hoy
                        es mi palma.

              II

La desnudez me agobia siempre
en la pared expuesta
con lágrimas de noche-estrella
pirámides abiertas en la luz.
Desde el túnel en espiral
            hacia el sol
desnuda de huesos
sin brújula
me busca la muela
me hiere el junco erecto.
El disparo certero
en la desnudez
             del parto
cegó mi día.

             III

La partida fue el amor
esa verosimilitud del ser.
Una fauna recia en el monte
el árbol en la cima.
Pero el vástago murió.
Ataúdes en el centro de la tierra.
Piadosos besos
para los niños no nacidos.
Hoy descanso
sobre el holocausto de abejas.
La mano se estira
hasta el primer rocío.

             IV

El olvido busca
los párpados
con anclas feroces.
Ahora despierto
para atesorar jóvenes anillos
o caracoles de agua tropical
sin semen urgente
sin numen agitador.
El látigo crece entre mis huesos.
Mis mejillas no se atontan
no se rinden en esta lid mis ojos.
Crezco con la violencia de uñas
que rasgan mi pared
y alumbro hijos de materia nueva.
Alguien me dijo
            “la evolución”.
Entre cristales colgados
en el brillo de la tarde
            la piedra auténtica.

Sobre ella estoy
            y permanezco.

LA PIEDRA FEROZ II



Hoy destierro
mi piedra feroz.

Renuncio
a esta manera de embrutecer el sol
de anular el trazo de la nube
que a la vez me niega.
Arranco
este fastidio sin reposo
el ciclo de fieras regresivas
que no detienen su obsesión
de la muerte diaria.

Sumerjo la mano
en el agua estancada
para estrangular mi otra mano
aquella de los signos sin relieves
aquella de las líneas inconclusas.

Y digo no
a los filos que aún me acosan
el agujero de espera en la cama
el círculo estriado de piel muerta.

Se levantan las piernas.
los pies se afirman.
Los falos despiertan para nutrir vulvas
y sangre y ojos en el ala nueva.
Cadenas de huesos
abrigan el sol.

Proclamo el no
más allá de sus letras
en la noche de pupilas blancas
para que todos oigan
los de pies vírgenes
los de pies duros
los de espaldas tórridas
los de vientres yermos:
                        la espera en la ventana
                        trae muerte.
                        El amor sólo nutre
                        al que lo deja fluir.

Hoy te destierro.
Te prohibo la luz.
Edifico el no
en el último combate.

LA PIEDRA FEROZ I



Te exilio.
Te obligo con látigo
a irte de mí.
La garganta escupe
la piedra feroz.

Te exilio
a tierrras yermas
sin vertientes
rocas de filos acerados
sin ramales verdes.

Te exilio de mis uñas
para que no habites
mis huesos
mis númenes
mi letargia austera.

                        sin flores
                        sin piélago nocturno
                        ni almácigos de manos
                        para exiliarte de todo
y sin furia

                        sobre todo y siempre
                        sin furia

ni amor.

Te exilio
a la muerte
de los indignos
sin perdón
ni alivio de lluvia.

Quedo en una onda de agua
en la estela nebulosa
en el faro salvador
sin la piedra que anula
ni el desamparo falso
de los necios.
Las céluas celebran
el día después de la guerra.

Piedra exiliada
sin furia
sin amor.