17/8/12

HAY MUROS MÁS GRANDES


Hay  muros más grandes
que el que impone el cuerpo,
los muros de la mente
que se abre en infinitos fractales
que se vuelve en bisagra 
en los recovecos del cerebro
como planos o poliedros
como túneles  de misterio 
y lugares ignotos
el cerebro traza nuestras rutas,
sin saberlo el yo
me repliego en una nueva curva
el tejido gris claro es blando y sinuoso
y la mente reposa y brinca,
en todos lados, en ningún lugar,
psicodélica y negra y blanca
tortuosa o simple
fuente de aguas primigenias
y de pozos secos y llenos de escorpiones
como el pozo donde arrojaron a  Iosef
los hermanos
la verdad cubierta de mentiras
y las caras rebotan contra sí mismas
quieren tapar el amor paterno
en un olvido de celos infantiles.

Hay  muros más grandes
que el del cuerpo
los que la mente  edifica
donde un laberinto  puede dar curso
a  la más sencilla virtud
y al más horrible acto de mal
y cohabitan
en el mismo eje.
Y el cuerpo es
el emisario
que encauza un hilo invisible
a través de la palabra dicha
de la acción
de un gesto de amor
del ir y venir
bajo el sol de los días
donde el ser
intenta descifrarse a sí mismo
donde el ser
se revela si el cuerpo lo permite.


CUERPO AJENO


Tengo mi cuerpo despojado.
Te lo muestro
Sigo su camino
de sones interrumpidos.

A veces no creés
a mi cuerpo.
Su lenguaje de gestos truncos
marchitan tus alas.
A tu pesar
te sigue en la calle.

A veces no creo
a mi cuerpo
su esperanza del día y el sol
continente de mares.
No creo a mi cuerpo
a mi pesar
-con riesgo de perder mi tronco-.
Mis piernas huyen
para no tocarte.

Huir de tus pestañas
tus pies-espadas
tu cuna de peces sombreados.
No es mi arte.

                                Busco mi arte
                                sin fracturas.

Intento abarcar
la ladera
sus rocas escarpadas
tener la síntesis
de la nube.

Puedo mentir al amanecer.
Brindarte la leche y el vino
de las mesas falsas
acunar muertes ígneas.
Pero anochece.
                                -¡corré!-
anochece
y caen mis vestiduras.

Mi cuerpo no es mío.
Crece sin sombras
ta despojado
en el umbral de la muerte.
Anochece.

13/8/12

RESPIRAR A TRAVÉS DE LAS LLAVES


 
















Te llamarán a través de las puertas
y nadie sabrá nada.
Dónde estás.
Tu voz quedará en las llaves.
Pero no oirán
ni siquiera los días de luz
ni cimas de razón o claridad.
Te adivinarán dios o silencio
una sombra tenue tras el árbol
un enigma bajo la piedra.
Y no sabrán de vos
ni de tus huesos transparentes.

                hundir el ojo
                al azar
                cuánto y qué poco
                y cuánto
                esto no se sabe.

Las muertes son tan pequeñas
tan pequeñas las sombras
y las sillas tan quietas
y los bancos sin plazas.

                nadie advierte
                esta abertura
                este hueco
                ojal sin hilo

Y nadie ve
 el sutil anuncio.
Las caras
asilan muertes.