13/12/12

EN ALGÚN LUGAR



                                       

















                                lelui nishmat Alicia Rina bat Tuli Salomón, Z"L
En tu ausencia

siento que estás

en algún lugar

en las células mías

en las de mis hermanos

en la energía que respiro

en el aire que exhalo

en mis palmas

en mis pies que se deslizan

hacia el trabajo hacia mi casa

hacia una nueva vida

en cada viaje que mi sangre hace

por mi cuerpo en un día.

Una luz se apagó

para siempre

sin  tu mirada

ni tu voz

que siguen encendidas

detrás de mis ojos.

Siento que estás

aunque te vas alejando

y me querés llevar

o quiero ir con vos

y me extenúo

quiero asirte un vez más



(y mostrarte mi yoga

hacer una postura juntas

tomarte las manos

y darte un beso

contarte algunas cosas

que quizás no supe cómo

igual vos las sabías

en mi tono de voz

y a través del tejido

donde se unía la trama

con palabras tácitas

mientras me enseñabas

algún nuevo punto

tenaz y laboriosa

y conversábamos

agujas por medio

el color de la lana

dos agujas o crochet

en el comedor de Paraná

con el verde de fondo

y la araucaria del jardín

que siguió creciendo siempre

sin que puedas verla más)



Es una bifurcación

esta ausencia tuya

un  dolor arcaico

una infinita finitud

en la que me pierdo

a veces

me hundo o floto.

Y tu risa suena

en el vacío de mi mente

al despertarme

y una vez más no estás.



Detrás de mi nuca

por encima de mi cabeza

rodeando mi cuerpo

hay una presencia ausente

que me sigue

entre el sol y la luna

entre los días que vuelan

entre los mundos

una presencia

que me dice

algo de vos.

30/11/12

DESPUÉS DE IRTE



                                                            lelui nishmat Alicia Rina bat Tuli Salomón, Z”L












Hoy la lluvia exaltó

el aroma de los tilos florecidos

en las calles porteñas.

Durante tus días de agonía

ese aroma me acompañó

me siguió en la vereda

invadió mi paladar

lo degusté junto al  sonido de tu voz

su efecto de paz en la sangre

es el aroma de noviembre en Buenos Aires

dulce, fresco y calmo

mientras vos te ibas

te ibas lentamente

desde hace meses

mientras escuchabas el zorzal

que supiste por fin que era el rossignol

sin poder oler nunca más

ese olor que no supe si te gustaba o no

pero que en mí penetra

en un haz de luz suave

que me circula en la sangre.

Te ibas lentamente

sin poder ver nunca más

la belleza que tapizaba las calles

con el lila del jacarandá.

Mamá, quizás

te hubiera gustado oler ese tilo

que me acompañaba mientras vos te ibas

y te hubiera gustado

ver este último noviembre

muchos más jacarandaes en su gloria

y te hubiera complacido saber

cómo extraño tu voz,

tu tono joven en el teléfono

tu hola tan particular

más allá de tu dolor

y tu cuerpo que se te hacía insoportable.

Tu voz que se me quedó

grabada en mis células

como un sello.

El tilo estos días es un bálsamo extraño

por momentos es amargo

y con un dejo de paz.

Tanto querías partir

y no encontrabas la forma

hasta que sucedió.

Hoy soy ausente de vos.



Y el aroma del tilo

me atraviesa suave  y punzante

haciéndome saber que ya no estás

nunca más tu mirada

nunca más tu voz

nunca más tu risa

nunca más.


30/10/12

INTERVALO DE LLUVIA

Buscamos la lluvia para redimir los haces vertiginosos del engaño, las máscaras de los días muertos. No vi ningún sitio en la montaña más que aquellas rocas castigadas por los vientos, rojizas como sangre reseca. Cada tanto alguna mata espinosa. Aridez. La llama extinta clama contra el cielo. ¿Acaso la energía no es una, una la mano que nos eleva sobre nuestras vértebras y nos arroja al vacío? El periplo del héroe es tan cierto como el áspero olor que hoy exhalan las paredes de la casa. La lluvia sólo es un intervalo. Juego irónico del inocente a punto de caer. A veces lava los cráteres de la carne. O hace una mueca sobre la tierra abierta. Y empapa el cerebro de agonías. Tal vez tengamos una noche silenciosa.

MUROS EXTRAÑOS



Estuve buscando mis manos
mucho tiempo.
Hoy suelo recorrer paisajes con muros
atestados de signos extraños.
Los huesos hallaron diferentes castigos
pero nunca el mar
ni más razones que las del necio
que aúlla tempestades.

Comienzo a cubrirme de hierba buena
de ojos que anuncian sitios ignotos.
A veces corro a hundir la cara
en la tierra más abyecta.
Pero vuelven mis pasos hacia el agua
y lavo mis pies-peces.
Ondulo como aguaviva
me eternizo en las mareas
y diluyo las hebras de mi lengua.
Tal vez el reino de la ballena
me reciba algún día
con su boca demorada
en la soledad oceánica.
O ya no pertenezca
y sacuda mis árboles al viento
y la tormenta me despoje
de mis hilos primarios.

Tal vez un día
ya no mastique
y mis ojos sólo busquen el sol
un punto en el cosmos
donde nacer nueva.

17/8/12

HAY MUROS MÁS GRANDES


Hay  muros más grandes
que el que impone el cuerpo,
los muros de la mente
que se abre en infinitos fractales
que se vuelve en bisagra 
en los recovecos del cerebro
como planos o poliedros
como túneles  de misterio 
y lugares ignotos
el cerebro traza nuestras rutas,
sin saberlo el yo
me repliego en una nueva curva
el tejido gris claro es blando y sinuoso
y la mente reposa y brinca,
en todos lados, en ningún lugar,
psicodélica y negra y blanca
tortuosa o simple
fuente de aguas primigenias
y de pozos secos y llenos de escorpiones
como el pozo donde arrojaron a  Iosef
los hermanos
la verdad cubierta de mentiras
y las caras rebotan contra sí mismas
quieren tapar el amor paterno
en un olvido de celos infantiles.

Hay  muros más grandes
que el del cuerpo
los que la mente  edifica
donde un laberinto  puede dar curso
a  la más sencilla virtud
y al más horrible acto de mal
y cohabitan
en el mismo eje.
Y el cuerpo es
el emisario
que encauza un hilo invisible
a través de la palabra dicha
de la acción
de un gesto de amor
del ir y venir
bajo el sol de los días
donde el ser
intenta descifrarse a sí mismo
donde el ser
se revela si el cuerpo lo permite.


CUERPO AJENO


Tengo mi cuerpo despojado.
Te lo muestro
Sigo su camino
de sones interrumpidos.

A veces no creés
a mi cuerpo.
Su lenguaje de gestos truncos
marchitan tus alas.
A tu pesar
te sigue en la calle.

A veces no creo
a mi cuerpo
su esperanza del día y el sol
continente de mares.
No creo a mi cuerpo
a mi pesar
-con riesgo de perder mi tronco-.
Mis piernas huyen
para no tocarte.

Huir de tus pestañas
tus pies-espadas
tu cuna de peces sombreados.
No es mi arte.

                                Busco mi arte
                                sin fracturas.

Intento abarcar
la ladera
sus rocas escarpadas
tener la síntesis
de la nube.

Puedo mentir al amanecer.
Brindarte la leche y el vino
de las mesas falsas
acunar muertes ígneas.
Pero anochece.
                                -¡corré!-
anochece
y caen mis vestiduras.

Mi cuerpo no es mío.
Crece sin sombras
ta despojado
en el umbral de la muerte.
Anochece.

13/8/12

RESPIRAR A TRAVÉS DE LAS LLAVES


 
















Te llamarán a través de las puertas
y nadie sabrá nada.
Dónde estás.
Tu voz quedará en las llaves.
Pero no oirán
ni siquiera los días de luz
ni cimas de razón o claridad.
Te adivinarán dios o silencio
una sombra tenue tras el árbol
un enigma bajo la piedra.
Y no sabrán de vos
ni de tus huesos transparentes.

                hundir el ojo
                al azar
                cuánto y qué poco
                y cuánto
                esto no se sabe.

Las muertes son tan pequeñas
tan pequeñas las sombras
y las sillas tan quietas
y los bancos sin plazas.

                nadie advierte
                esta abertura
                este hueco
                ojal sin hilo

Y nadie ve
 el sutil anuncio.
Las caras
asilan muertes.

23/7/12

LOS SIMULACROS

Las personas muestran sus estados larvales
respiran según el otro
fingen la existencia.
Exhiben sus alas de tornasol virtual
vuelan hacia la supuesta misión
y su estela es de vacío.

Cuando no se ve verdad
lo justo parece desafortunado
lo que vale es la cáscara del ser.
La ausencia del fruto esencial
bajo las miradas de los sombreros
el aparente bien bajo el talit*
y la barba -que no habla de la benevolencia de Hashem**-.
Las palabras de los que dictaminan
suenan huecas
se quiebran en un espejo
que sólo devuelve un reflejo de lo que no es.
-Rebe, si estuvieras acá-

La amalgama de discursos
no entran en la sangre
resbala sobre la piel ávida
el sudor crece y se expande
pero no se ve.
Lo pnimi*** es sólo un concepto.
Ayuno de amor al prójimo.

Hay un hombre justo que sufre
y calla.
Hay un hombre justo que los mira
y calla.
-¡Rebe, si estuvieras acá!

El latido se ahoga
de tanta individualidad
nadie se atreve a decir la palabra
que entra y enlaza el corazón.
Andan con recato aparente
el silencio típico del cobarde
que teme perder su pedestal
desde donde adora y es adorado.

La verdad se enferma bajos los atuendos
y las mangas largas de unas cuantas existencias.

*talit: manto de rezo
**Hashem: el nombre, refiriéndose a Di´s
***pnimi: lo interno

25/6/12

AUSENCIA DE PALABRA












El latido resbala lento
hasta el piso.
Adolece de palabra.
Flota débil entre voces,
vorágine sin isla.
Trepa árboles nudosos
que lo nutren de verde-verde.
Choca con ángulos estremecidos
y se redondea en ocio vagabundo.
Cae por huecos azulados
y paraliza su ritmo.

Sin la palabra.

Salta, ebrio de ventanas
hasta la garganta.
Rebuzna. Grita.
Sitia el nudo negro
que tiraniza su encierro.

Mata la palabra.

Se acurruca entre los huesos
y las redes venosas.
Arranca desde los cuerpos
al encuentro de su par,
y en la explosión que anula tumbas
alivia su hambre.
Duerme en las manos.
Devora hormigones de siglos.
Cava túneles en la inmundicia.

Gutural / Sin palabra.



22/6/12

PEZ DE SILENCIO


Pintura de Laura Amar












Tengo un pez de silencio en la boca
que mastico y no digiero.
No lo sostiene mi lengua.
Intento detener su viaje en mis venas.
Invade voraz mi estómago.
Me acecha entre los muslos.

Alivio.
Descansa sobre la mano.
Regalo del mar
que aligera mis aguas.
Tranquilidad infantil
en la cueva marina.

Otra vez ácido en la garganta
la cortina de acero en las pupilas
el hedor en la nariz
el pelo eléctrico que danza cruel.

El pez de silencio asoma.
Me exhibe.
Ama las paredes frías
la muerte de la palabra
la ira del padre demoledor.
Desafía mi vientre.
Ríe espantoso y soberbio.
Me exhibe
en la calle universal
de los desamparados.

19/6/12

HILOS SIN ENLACE


Desde el borde de la mano se extienden hilos.

Se enredan en su terco aislamiento
o entablan conversaciones lánguidas con el cuerpo
abandonado en la celda más remota del tedio.
Atan los pies con las muñecas, y los nudillos
se agotan en el puño que no logra cerrarse ni abrirse.

A veces penetran desde las plantas hasta los pelos
en viaje vertical intenso, casi agresivo,
golpeando el cerebro -máquina. Lo aturden,
lo lubrican para fluir entre el rojo y el azul.
Lo obligan aunque exhale noes redondos.

Otras, hamacan partículas transparentes suaves
que ruedan lentas y aéreas en todas direcciones.
Las envuelven en un clima curvo y blando, descanso
para los ojos asfixiados de tantos silencios.
Un juego. Sólo un juego que se angustia
en la última partida, cuando las pequeñas esferas
estallan en el muro corrosivo del cinismo.

¿Un juego que nadie sabe jugar?

Y los hilos flotan desde el borde de la mano
hacia el origen de qué mar, de qué cielo
-cuál es la pertenencia, cuál el ser y el hombre
unidos en el cuerpo. Todo se corrompe
en la tierra apisonada por siglos.
Bajo los pasos se reproducen voces enterradas.
Su sangre cava túneles desesperados
que se encorvan y enderezan atraídos por la luz-
Una luz –debe haber una luz-
                   -la espera es movimiento
                   pero sigue siendo espera, ya visceral-
Una luz -¿ debe haber una luz?-

Nadie sabe azular paredes que trepan veloces
colgándose de cielos temibles ¿hacia dónde?

Desde el borde de la mano nacen
más hilos tenues, largos, infinitos, sin enlace,
con ansia que aumenta y agobia los huesos trajinados.
A su lado otros bordes de manos tienen agujeros viejos.
Manos grises y secas, sin hilos posibles,
como puertas sin goznes muertas en el piso.

A medio camino la desesperación, el no,
el grito que arranca desde la fuente océano.
Allí se reflejan los ojos espantados y fijos.

17/6/12

EL PERRO ATADO


El perro está atado a la luz
y al amo.

Mira indigente a su protector
con desnudez animal
que lo anula.
Oye llamados
desde el mundo luminoso
pero su hocico de muecas acumuladas
lo obligan a contentar al dueño.

Y está atado a la luz
y al amo.

Sus colmillos de silencio
quieren rasgar la luz
aniquilar al amo
hundirse en un sueño fetal.
Pero debe comer
someterse al hombre
también alimentar su cadena-luz.
En guardia, intuye el mar
en el círculo dorado
sobre su cabeza.

Pero está atado a la luz
y al amo.
Sin fuga posible.