9/7/08

RAQUEL, EN EL DÍA DE TU CUMPLEAÑOS

Con mi tía Raquel comparto algunos silencios y sonidos que la vida nos signó.
Como ella, soy la número cuatro de cinco hermanos. No nos parecemos mucho, pero sí un poco; tenía una conexión especial hacia ella. Creo que también fue la más diferente entre sus cinco hermanos. Su forma particular de ver, de sentir y percibir la realidad es lo que más me atrajo a ella. También su sensibilidad hacia la música, cierta pasión que expresaba y ensamblaba también con mi relación entre la música y la poesía. Ese contradictorio apego y desapego por lo material. Yo tracé otras rutas, mis rutas personales. Extrañamente me doy cuenta que no guardo ninguna foto de ella -voy a pedirle una a mi madre-, pero recuerdo perfectamente su juvenil risa estentórea, sus ojos grandes, sus facciones regulares y armónicas iluminadas por su amplia sonrisa, alguna expresión de seriedad que a veces ensombrecía su cara, sus manos ágiles y veloces en el piano. Recuerdo esa querible actitud de compinche adolescente al escuchar al otro, con la empatía única de dos amigas. Sé que somos varios los que la extrañamos. Qué mejor día que el de tu cumpleaños, Raquel, para dedicarte este poema ¡Lejaim!


Para Raquel, alea hashalom (sea sobre ella la paz)

La mente rueda en los días de vida
y no comprende la muerte
cuando se nutrió un amor
la no existencia no lo destruye.
Hay una presencia que queda en este mundo
mundo de ocultamiento
OLAM.
Tras el velo de mis ojos
a veces veo algo más
una luz violeta acompaña
a mis queridos muertos
y me dicen estar en paz.

¿Qué te olvidaste de este lado, Raquel?
Quizá pueda alcanzarte en algún punto del sueño
o de una meditación aquello más querido tuyo
o lo que no tuviste ya sea una revelación donde estás
y mirás esa nueva llave como la verdad de tu vida.

El piano suena llano y pacífico en mis oídos
aquella tarde en tu casa mientras tratábamos
de acordar el tiempo entre mi voz y tu música,
o tal vez esa especial receptividad
que tenías al escucharme,
eso es para extrañarte fuerte
tía Raquel, donde no creaste
creaste de todos modos un hueco enorme
que puedo llenar con tu existencia
y llevarte de la mano.


Nota de la autora: olam: mundo, en hebreo, y viene de elem, que significa ocultamiento.
lejaim: en hebreo, por la vida.

9 de julio de 1932/30 de abril de 2001