Mi amado me toma en su vuelo
en el amarillo abrazo de la tarde
entra enhebrando los anillos de mi fuente
y llena cada vasija de mi alma.
En su conocimiento de mí me asombra
y me dejo acunar en el vigor de sus piernas
la piel se expande en toda la cama
y fluye la risa de nuestra unidad
y en la untuosa calidez cobriza
de la tarde
reposamos.
Me aboco a mi fuente interior. En el túnel abismal buceo en este relámpago de tiempo y emerjo en el impulso inicial de vida para respirar de nuevo. Es este ir y volver el eje que me sostiene.
16/5/08
EN EL AGUA
Silente
Me deslizo
ágil.
Adormecida
por el ardor
del aguaviva.
Ola más ola.
Me traspaso
hasta mi ínfimo ser
para sumergirme
en él.
Me inunda
su poder acuático.
Me ancla
su rumor
hasta hacerme
de agua.
Diluyo
muda mi cuerpo.
Puedo salvar
el filo del corazón.
Lo desanudo.
Lo echo a andar
surcando el agua.
Me deslizo
ágil.
Adormecida
por el ardor
del aguaviva.
Ola más ola.
Me traspaso
hasta mi ínfimo ser
para sumergirme
en él.
Me inunda
su poder acuático.
Me ancla
su rumor
hasta hacerme
de agua.
Diluyo
muda mi cuerpo.
Puedo salvar
el filo del corazón.
Lo desanudo.
Lo echo a andar
surcando el agua.
Etiquetas:
Poema del libro Armas como el silencio
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