6/2/11

ACERCA DE MÍ


acerca de mí se dice, o no se sabe, o se pasa por detrás de la ventana de mi mundo para no ver... página acerca de mí, gracias a google, alguien puede saber algo acerca de mí, un espejo me guía de un modo falaz; puede que tenga una máscara todavía, a pesar de tanta lluvia, tanto sol, y caminatas, y golpes de mar sobre la osamenta, tanto hurgar en el fondo del alma a toda hora, en insomnios y a pleno día, en las señales que los cuerpos dejan en sus gestos, los ojos que no se encuentran o se encuentran demasiado, en las manos que hablan más que las palabras y ese no decir que se traduce en el idioma único del cuerpo que habla a través de los pasos, dar la espalda o poner el pecho, a veces sólo se ve a través del lenguaje del cuerpo la energía propia del ser;
puede que haya máscaras por romper para revelar la fuente que siempre titila con su único reflejo: ahí dice mi nombre escrito en la tierra y en el cielo, en los troncos de los árboles que recorrí, en las innumerables veces que hallé mi cara en la tuya, en el pelaje del perro y los pasos sinuosos de mi inasible gato, en el fluir del agua en su ondulante y placentera cadencia; acerca de mí, o en mi centro, donde a veces me siento a mirar serena los paisajes de mi yo y donde exhibo un film con efectos especiales de mis eclécticos estados, alli donde venís a visitarme, donde me entrego y voy por el cauce más amplio, o el más peligroso
acerca de mí o el fruto de este bosque que se te abre en un santiamén donde zambullís el cerebro y el corazón a dos manos enceguecido por las tornasoladas tardes de otoño que dejo detrás de mí, mientras vos abrís pantallas caleidoscópicas e infinitos fractales: tu universo donde decís y proclamás a Di-s,
argumentás de ciencia, confluís vos en conjunción poética conmigo cuando acerca de mí a mi alrededor y en el epicentro cae una lluvia magnética de esferas únicas que proyectan el mundo de cada persona, y eso es demasiado para mi pequeño equipaje de viaje, un vértigo que me indica el poder de esas esferas, que revelan la vida de la gente, su fragor, su miseria y lucha, su valor y miedos, sus pequeñas y grandes dudas y sobre todo el hecho de existir más allá del dolor y la alegría y la muerte
acerca de mí, a mi alrededor, enfrente de mí , rodeando mi tórax, mis ojos, cerca del límite de la piel, el aire penetra con su inusual olor vegetal, la sangre va llenando cada órgano, y la energía viaja dentro de los huesos y la carne, en la médula se expande la conciencia de ser ya en la fuente de la vida lo que vine a ser

DETRITUS DEL AGUA

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HIELO Y ESPINAS

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SIEMPRE DE PIE


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Reserva El Destino- Río de la Plata


4/2/11

OTRO -EL MISMO- AMOR HA MUERTO















Hojas en blanco.
Llueve la vida en blanco
sobre mi ojo blanco.
El túnel vomita pájaros inmóviles
tiránica hora del no sentido
extasiada en la puerta de la tarde.

Nada detiene la música del mar
que hunde el horizonte.
En el norte de mi cabeza
late un grueso signo de pregunta.

Fuiste el don que asistí con premura
cada día de nuestro ser,
el velamen de flor de jacarandá
en noviembres de cielo-nube-árbol.
Hoy el entierro es una vela encendida
una aridez de fuego que me besa los talones
y una lluvia seca de palabras que se pegan a mi boca
sin encontrar su límite ni faz.

Cuándo morirás al amparo de mis pliegues
como un castigo suave que te anuncie mi noche,
cuándo entregarás el fuego que exige mi aire
en el núcleo de nuestra génesis
y el monte se eleve en la quietud del agua
para extenuarse en el viento de las nervaduras
cosmogonía celular que viaja en las venas.

Evitás el encuentro del ser
y reunís los fragmentos,
arcilla resquebrajada de la luz.
Mi lluvia te perfora.
Si no intentaras la carrera
tendrías intersticios en tu ventana,
pasto húmedo en los pies del alba.

Cayó el día y otro amor ha muerto.

SITIO DEL INCENDIO














El sitio más incendiado
es el corazón y sus paredes,
multitudes que arrojan palabras
entre hilos de vida.

La rosa del alba recoge
asperezas del mediodía ardiente
la humedad de días y noches
y da su sangre a la tierra.

Aquí el corazón es la rosa del duelo,
la masacre de la batalla,
el sitio más incendiado
en el olvido de sí mismo.

El muerto de los soles
de medianoche,
asesinado en plena vigilia
entre las víctimas del cuerpo
rumia en la lluvia.

El silencio de Di-s y los ángeles,
cerrojos en los paisajes del hombre.

Corazón, sitio del incendio,
ecuación deshecha en la carrera
hacia el mar, el mar sacro
que nos traga en remolinos de carne,
la piel alta del mar sobre las costillas.

DERRAME Y EXTINCIÓN



 













Tengo un derrame del cuerpo
una extinción de la boca
lenta y mortífera
una debilidad extraña
en los ojos
casi un desapego.
El mundo revela
su secreto
y me exilia.

Aquí
entre cuatro
o cinco paredes
el alma enfrenta
el duelo de la noche.
Mantiene el sueño
en la revelación.
Pero el alba…

Ahora
la mañana
invade los huesos
desnutre la cama.
Hubo catarsis
de los crímenes.
Otro duerme en mí
como un arma.