28/12/10

SIEMPRE QUE NEVÓ PARÓ

En estos días tan calurosos, para rememorar el frío y la belleza de la nieve en la Capital
en el invierno del 2007 


Siempre que nevó paró
y en esa pausa porteña
en esa cortina aérea de corpúsculos blancos
se reveló la alegría
esa alegría que falta
en la calle
en las piernas
en las rígidas columnas
y en las cabezas rezumantes
de pensamientos inconexos.
Siempre que nevó paró
y fue tal la fusión en el adentro y el afuera
fue tal recreación del alma-nido
que ese día quedó plantado
un árbol frondoso
una visión que no se borra
en el blanco sobre las hojas
un frío cálido que no paró de nevar
al vivir las horas de esa tarde-nieve
en un día de sol cualquiera.