-Esta es la nueva casa, recibíla.
Y abrí los brazos
para inundarme de un nuevo cauce,
profundo y limpio como las alas de un pájaro.
-El viento ya no corre;
ahora una brisa fresca alimentará la mañana
para elevar tu voz hasta el cielo.
Y al amanecer sonreí a las nubes
que pasaban raudas frente a la ventana.
-No volverás a oir la voz del tiempo o el espacio,
no volverás a sentir los pasos en el corredor de tu pasado.
Sólo tendrás el presente y Mi latido en tus actos.
La noche es clara y suave en su don
y la cama ofrece un reposo amigable.
Agradecer y ser uno con el cosmos
es parte del saludo que brindo a Mi Excelencia.
-El ser es uno, de absoluta belleza y armonía,
y nada lo detiene.
Esta es tu nueva casa, recibíte.
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