21/3/10

LA PALABRA NO ALBERGA

La palabra es un recipiente
impropio
un pozo seco donde cae el dolor
el no haber sido y el ser.
El fui, el soy, el seré
no caben en vocales, letras
sólo caben en humedad
en un árbol, el mar y el cielo
o un día de luz montañoso
en las rocas maduras de las cimas.

La palabra es un signo
insuficiente
inhabitable
donde se orfanan la inmensidad
de los ojos
donde la lengua no encuentra
el hilo conductor
la lógica es una cara vacía
ante tanta sangre
la luz del exilio que oscurece
sólo se refleja en las pieles
de los que no dicen
los que callan
los que hablan la oquedad
de sus brillos falsos.

Sin eje sólo resta esperar.
Cuando pase la tormenta
quedará el ser desnudo
bajo el cielo inequívoco
caminos posibles
pies hacia el día
una manzana fresca
un olor desde muy lejos
que fortalece los huesos
que alinea la columna
donde la palabra no tiene dominio.

Algo puede quedar
el amor bajo capas de células
el amor único
blandiendo una espada
que atraviesa las letras
la carne y los ojos desnutridos.

Algo puede quedar
después del dolor
las venas expulsan muerte
las venas fluyen en sangre
en hilos de luz
en hilos que se sumergen
y emergen
atravesando el mar
tendidos al cielo.
El cielo no puede esperar.

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