Las garras en cautiverio
las fauces abiertas
colmillos sin destino
ojos felinos sin montes
ni tierra que se rasgue.
El hombre sólo pasa.
No intuye el mal
en tu ser inerme.
El hombre sólo pasa
y se va.
Sus pies seguirán pisando
el mismo suelo
de idéntico modo.
Llevaré tus ojos
tus colmillos soberanos
tu pelaje de ósea raíz
de regreso al monte.
Escalaré el crepúsculo
y te veré correr
en tu morada.
El hombre sólo pasa
y se va.
Ignora que esta noche
sangrará en sueños.
2 comentarios:
...hace mucho que no leia tus poemas...son bellos en sus imagenes, profundos y muy humanos...gracias por ofrecerme esta oportunidad de asomarme a conocer tu mundo fecundo!!!
Gracias, Lau!
Siempre me entristecen mucho los felinos en jaulas... este poema tiene sus buenos años, fue inspirado en un zoológico de el barrio El Cazador (vaya nombre) cerca de Ingeniero Maschwitz.
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