En esta noche la
lluvia es un bálsamo.
Aguanta la agonía
de la mirada
sobre los trastos
cotidianos.
Lava el polvo de
la piel ennegrecida
y llega
reparadora
al convite
silencioso de mis huesos.
Ah, lluvia
inaudita, hacedora de puertas
en la noche de
mis pupilas.
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