11/1/13

EL DON



En la mesa un don que no conozco
aturde el borde de la mano.
 
Hay un guiño ensimismado
en la apertura de la pupila
allí donde cabe el ala
el dominio del cielo
la tormenta del nervio.
 
La palabra es líquida dentro del jazmín.
Ella-alguien lo intuye
dormido en el musgo de las venas.
 
Allí florece el don.
 
Un día de luz
sin el clavo encefálico.
 
Allí respira
             el centro del aire
y en hilos
los pies se deslizan
asilados en una ola
sin intemperies.


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